Saltar al contenido

Impacto económico de las guerras: Consecuencias globales y regionales

7 de junio de 2025

Las guerras entre Ucrania y Rusia, así como el conflicto entre Israel y Palestina, han marcado profundamente el panorama económico mundial en los últimos años. Ambos enfrentamientos han desencadenado crisis humanitarias, alterado cadenas de suministro, provocado volatilidad en los mercados y transformado las economías de sus protagonistas y de países vecinos. En este artículo analizamos en profundidad cómo afectan estas guerras a nivel económico en 2025, tanto en sus regiones como en el entorno global, usando las palabras clave más relevantes para SEO: impacto económico guerra Ucrania Rusia, consecuencias económicas guerra Israel Palestina, crisis económica global, inflación, energía, comercio y reconstrucción.

1. Guerra Ucrania-Rusia: una economía militarizada y dependiente

1.1 Transformación de la economía rusa

Desde la invasión de Ucrania en 2022, la economía rusa ha experimentado una profunda transformación. El gasto militar se ha convertido en la prioridad del gobierno de Vladimir Putin, llegando a representar cerca del 40% del presupuesto estatal entre 2025 y 2027. Este cambio ha supuesto un recorte importante en áreas como salud y educación, y ha consolidado nuevas élites económicas ligadas al sector defensa y al círculo cercano del Kremlin.

La militarización de la economía rusa ha generado un crecimiento artificial: tras una caída inicial en 2022, el PIB de Rusia creció un 3,6% en 2023 y un 4,1% en 2024, impulsado por el gasto en defensa. Sin embargo, este modelo es insostenible a largo plazo. En 2025, por primera vez, los ingresos del petróleo y el gas no serán suficientes para cubrir los crecientes gastos militares, que han aumentado más de un 90% en tres años. Para mantener la imagen de estabilidad, Moscú ha recurrido a una “deuda oculta” y a manipular cifras oficiales, mientras la inflación se ha disparado al 9,5% en 2024, muy por encima del objetivo del Banco Central de Rusia.

1.2 Sanciones y dependencia de China

Las sanciones occidentales han tenido un impacto desigual. Por un lado, han bloqueado la inversión extranjera y obligado a cientos de empresas internacionales a abandonar Rusia, lo que ha reducido la oferta de bienes y componentes clave para la industria nacional. Por otro, los ingresos energéticos rusos han resistido gracias a la demanda asiática, especialmente de China, que se ha convertido en el principal socio comercial y financiero de Moscú. Rusia exporta energía y comparte tecnología militar con China, pero esta dependencia limita su margen de maniobra y la hace vulnerable a cambios en la política de Pekín.

1.3 Efectos sociales y redistribución de la riqueza

La guerra ha alterado el contrato social ruso: el régimen ha comprado apoyo popular mediante incentivos económicos a soldados y sus familias, y ha permitido que las élites cercanas al poder se beneficien de activos confiscados o depreciados tras la salida de firmas extranjeras1. Sin embargo, la inflación y la caída del nivel de vida afectan cada vez más a la población, que ve cómo el Estado prioriza la defensa sobre el bienestar social. El sector sanitario y educativo ha sufrido recortes, y la escasez de mano de obra y componentes industriales frena el crecimiento real.

2. Ucrania: destrucción, desplazamiento y necesidad de reconstrucción

2.1 Devastación económica y social

La economía ucraniana ha sufrido una contracción histórica. En 2022, el PIB cayó un 30% y, aunque en 2024 creció un 2,9%, la recuperación es lenta y frágil. La destrucción de infraestructuras, tierras agrícolas y capacidad productiva, sumada al desplazamiento de más de 14 millones de personas, ha dejado al país con enormes necesidades de reconstrucción, estimadas en al menos 349.000 millones de dólares, más de 1,5 veces el tamaño de la economía ucraniana previa a la guerra.

La escasez de mano de obra, la inflación (que alcanzó el 13,4% en 2025) y la devaluación de la moneda local dificultan la recuperación. Un tercio de las empresas cerraron tras el inicio de la guerra, y la base industrial del país ha sido aniquilada en muchas regiones.

2.2 Dependencia de la ayuda internacional

Ucrania depende del apoyo financiero externo para sostener su presupuesto y financiar la defensa. Organismos como el BERD y el Banco Mundial han aportado miles de millones de euros para mantener la economía real, la seguridad energética y la infraestructura crítica. Sin embargo, la incertidumbre sobre el compromiso de los socios occidentales y la prolongación del conflicto añaden riesgos a la estabilidad futura.

2.3 Perspectivas de futuro

El crecimiento previsto para 2025 se ha rebajado al 3,3%, y solo se espera una recuperación más sólida si se alcanza un alto el fuego y se inicia la reconstrucción. Mientras tanto, la economía ucraniana sigue marcada por la volatilidad, la inflación y la necesidad de financiación externa.

3. Guerra Israel-Palestina: recesión, pobreza y crisis fiscal

3.1 Israel: contracción económica y gasto militar récord

El conflicto entre Israel y Palestina, especialmente tras el estallido de la guerra en Gaza en octubre de 2023, ha tenido consecuencias devastadoras para la economía israelí. El PIB se contrajo un 19,4% anual en el cuarto trimestre de 2023, y el crecimiento para 2024 se prevé de solo un 0,5%, muy por debajo de las estimaciones previas. El consumo y la inversión han caído drásticamente, y sectores como el turismo, el ocio y la construcción se han visto paralizados por la falta de mano de obra y la inseguridad.

El gasto militar ha alcanzado niveles históricos: solo en 2024, la guerra costó a Israel unos 270 millones de dólares diarios, y el coste total hasta 2025 se estima en más de 64.000 millones de euros, el 13% del PIB. El déficit fiscal ha escalado hasta el 8,3% del PIB, y las agencias de calificación han degradado la solvencia del país, aumentando el coste de la deuda pública.

3.2 Impacto en el empleo y la inversión

La llamada a filas de 360.000 reservistas supuso la ausencia del 8% de la fuerza laboral, afectando especialmente al sector tecnológico y a la construcción. La prohibición de entrada a 100.000 trabajadores palestinos agravó la escasez de mano de obra, y más de 46.000 empresas israelíes han cerrado desde el inicio del conflicto. El turismo se ha desplomado, con la cancelación de vuelos y el cierre de hoteles y restaurantes, y la inversión extranjera directa ha caído un 68% en 2024.

3.3 Crisis en Gaza y Cisjordania: pobreza y destrucción

En Gaza, la economía se ha hundido un 80% en el último trimestre de 2023, y el desempleo ha alcanzado el 57% en los territorios palestinos. Más de 1,8 millones de personas han caído en la pobreza, y la destrucción de viviendas, hospitales, escuelas y sistemas de agua ha hecho retroceder el desarrollo humano entre 11 y 16 años. La pérdida de ingresos fiscales, la retención de fondos por parte de Israel y la caída de la ayuda internacional han generado una crisis fiscal sin precedentes: los empleados públicos palestinos solo reciben salarios parciales desde 2021.

4. Efectos globales: inflación, energía y comercio internacional

4.1 Volatilidad en los mercados energéticos

Ambos conflictos han provocado volatilidad en los precios del petróleo y el gas, afectando a la seguridad energética global. Las sanciones a Rusia y las interrupciones en el suministro han elevado los precios y generado incertidumbre en Europa y Asia. En el caso de Israel, la paralización de la extracción de gas natural ha supuesto pérdidas de 200 millones de dólares mensuales y ha contribuido a la escalada de precios.

4.2 Inflación y crisis de suministros

La inflación se ha disparado en las regiones afectadas y, en menor medida, a nivel global, debido al encarecimiento de la energía, los alimentos y los componentes industriales. La interrupción de las cadenas de suministro, la escasez de mano de obra y el aumento de los costes de transporte han afectado especialmente a sectores como la agricultura, la industria y el comercio internacional.

4.3 Desplazamientos y crisis humanitarias

Ambos conflictos han provocado desplazamientos masivos de población: más de 14 millones de personas en Ucrania y 1,8 millones en Gaza han perdido sus hogares o caído en la pobreza. Esto ha generado presión sobre los sistemas de protección social, la sanidad y la educación, tanto en los países afectados como en los vecinos.

4.4 Impacto en la región MENA y Europa

La guerra en Gaza ha tenido repercusiones en toda la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA), exacerbando la inseguridad alimentaria, la escasez de energía y la deuda pública. El FMI ha rebajado las previsiones de crecimiento para la región al 2,9% en 2024. En Europa, la guerra en Ucrania ha frenado la recuperación post-pandemia y ha obligado a los gobiernos a aumentar el gasto en defensa y seguridad.

5. Perspectivas y retos para 2025

5.1 Reconstrucción y ayuda internacional

La reconstrucción de Ucrania y Gaza requerirá inversiones multimillonarias y el apoyo continuado de la comunidad internacional. La sostenibilidad fiscal, la estabilidad política y la recuperación de la inversión serán claves para evitar una década perdida en ambas regiones.

5.2 Riesgos para la economía global

La prolongación de los conflictos aumenta el riesgo de recesión global, volatilidad financiera y crisis humanitarias. La inflación, la deuda pública y la incertidumbre política seguirán marcando el panorama económico en 2025.

5.3 Oportunidades de cooperación

A pesar de la gravedad de la situación, estos desafíos pueden ser una oportunidad para fortalecer la cooperación internacional, mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro y avanzar hacia modelos económicos más sostenibles y diversificados.

Conclusión

El impacto económico de las guerras entre Ucrania y Rusia y entre Israel y Palestina en 2025 es profundo y multifacético. No solo han transformado las economías de los países en conflicto, sino que también han alterado el equilibrio global, elevando la inflación, encareciendo la energía y desencadenando crisis humanitarias. La recuperación será lenta y costosa, y dependerá de la paz, la cooperación internacional y la capacidad de adaptación de las economías afectadas. En definitiva, la guerra nunca trae prosperidad duradera, sino que deja cicatrices difíciles de borrar en el tejido económico y social de las naciones.